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viernes, 26 de noviembre de 2010

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¡Este es un buen momento para sonreír!

jueves, 25 de noviembre de 2010

Revolucion azul

El mar se vuelve invisible, el cielo pierde su color y únicamente él, en todo el universo, es azul…

Sus ojitos son estrellas de colores, su cabello tiene chispas, su rostro tiene luz, su alma tiene estribillos dulces…

Hace tanto que no me ponía tan nervioso como aquella vez que nos encontramos, nos conocimos en una dimensión inexistente, que no tiene color ni sabor, pero que su apariencia es roja, como el tren que me llevo hasta ahí, como las paredes del café en que nos bebimos un poco los sentidos, en aquella ‘vida’ donde se quedo un frapuccino a medio tomar…

Me encanta escucharlo hablar y mucho más cuando ríe, me gusto volver a casa azul por su corazón, me agrada ese aleteo acelerado dentro de mi estomago, era dulce ese sonidos de las hojas secas que pisábamos, me enloquece simplemente él…

Aquellos silencios se convirtieron en las olas de mi mar que acarician mi piel cuando nuestros cuerpos están apartados; aquella, su voz, me habla entre sueños, en susurros, pasa entre la gente y calma mi alma, cada parte de su ser alimenta mi bien…

Sonrisas, en lo que va de tiempo llevamos muchas y las que faltan… la distancia no existe para nuestros corazones, ellos están juntos, en un punto intermedio… mis pupilas se dilatan, mi alma se enciende, mi corazón baila y mis venas se sobrellenan de miel…

Sea lo que sea que esto dure lo disfrutare, lo amare sin límites, sentiré sin frenos lo que tenga que sentir… Por ahora compartiré mi silla con él, por ahora seguiré estructurando todo a su ladito…

‘Nosotros’.- algo que ya se está construyendo…
Me estoy pintando de azul, de su azul…

lunes, 8 de noviembre de 2010

Suspendido en el aire

Desde que inicio el año sabía de su existencia, a decir verdad íbamos juntos a la misma secundaria aunque nunca le preste la debida atención, quizá por eso que el destino nos volvió a juntar ¡y de que manera!

Tenía en la mano cada segundo a su lado, cada bostezo, cada rallo de sol que él me regalaba, cada mirada, cada cerrar de ojos, cada paso, cada instante difumado en la palma de mi mano…

Yo realmente no tengo mucho de que quejarme de él, únicamente que se rehusó a enseñarme a fumar, que no siempre contestaba mis mensajes de buenas noches, que provocaba encelarme, que una vez ‘bromeo’ y me corto. Nada en comparación con lo que le hice…

Solté de mis manos todo lo que me daba para tomar de la mano a alguien más… le grite al mar mi amor para que se perdiera entre sus olas… saltamos para celebrar y resbale, yo aquí y él allá…

¡Que lastima!

Sin embargo le agradezco a la luna su existencia y su grata permanencia a mi lado, le agradezco a la oscuridad de aquella habitación que él me haya besado, le agradezco ese pasado pero también le agradezco mi actualidad: mi arrepentimiento pero también mis ansias de comenzar algo con esa excepción de la vida, con el chico Agua…

Mi mundo está en un atardecer, entre el fin de un sol infernal y entre el inicio de una fresca noche; aquel sol por el odio que comprendo me he ganado del chico Piel canela y aquella mágica noche por la proximidad del chico Agua…

Ahora estoy suspendido en el aire, cayendo de aquella piel color canela y aproximándome al agua, reinventándome en el viento…

Estoy cercas de ti, un poco más cercas, mi rejuvenecedora agua…